La mediación juega un papel fundamental en la resolución de conflictos que surgen en el ámbito turístico, ya que ofrece una alternativa eficaz y beneficiosa tanto para los consumidores como para las empresas del sector. La mediación permite a las partes involucradas en un conflicto llegar a un acuerdo de manera rápida y eficiente, evitando así los largos y costosos procesos judiciales. El enfoque neutral e imparcial del mediador facilita la búsqueda de soluciones que satisfagan las necesidades e intereses de ambas partes, promoviendo así la colaboración y el entendimiento mutuo. La mediación suele ser un proceso significativamente más económico que un litigio judicial, lo que representa un ahorro importante tanto para los consumidores como para las empresas.